Me llamo Daniel García Romero, nací en Córdoba en el Hospital Reina Sofía. Y vivo en la Golondrina que es un barrio periférico de Córdoba del que recuerdo con especial cariño las verbenas que había en mi barrio de Las Golondrinas, lo bien que me lo pasaba, con la música, los amigos/as… actualmente ya no hay este tipo de fiestas en el barrio donde vivo. También me acuerdo de la feria de Córdoba donde me subía en los cacharritos.

Me defino como una persona muy activa y alegre. Con mucha voluntad para aprender y como una persona inquieta que quiere vivir experiencias nuevas en la vida.

Mi relación con PRODE ha sido como alumno de la Escuela Profesional en un curso de Marketing en años anteriores. Y gracias a ello y la atención recibida he podido participar en algún proceso de selección, hasta que este año he sido seleccionado para un proyecto de formación y empleo como camarero en el que llevo desde mayo y que dura un año. Conocía la Fundación de oídas, pero nunca había tenido la oportunidad de trabajar con ellos. Creo que es bastante importante pertenecer a esta Fundación.

Cuando entré en Fundación PRODE, me sentí muy emocionado, feliz y contento. Ya que iba a empezar a trabajar, en algo que no tenía idea como es Hostelería y por conocer gente nueva, amigos/as y pasar buenos ratos con ellos/as.

Ahora me siento muy bien porque he cambiado, soy más sociable, menos tímido, más divertido. Formo parte de algo, me aprecian mis compañeros/as y yo a ello/as. Antes yo estaba más aislado y ahora soy más abierto. He perdido timidez de hablar con otras personas distintas de mis compañeros/as. Siento que valgo para algo; que mi vida tiene sentido y me encanta lo que estoy aprendiendo.

En mi tiempo libre me encanta ver la TV, viajar dentro y fuera de España, caminar y pasear, quedar con amigos/as, hablar, rapear, me encanta la música, hago vídeos para “tik tok”, también la historia de España la suelo leer, etc.  Pero sobre todo me apasiona editar vídeos para subirlos a “tik tok” y hacer música.

En PRODE me siento muy satisfecho y contento tanto con la Fundación como con mis compañeros/as, docente y conmigo mismo, por ser capaz de desarrollar tareas y funciones que jamás pensaría que hiciera en mi vida. Soy más independiente en casa gracias a estas tareas y mis padres cada día están más orgullosos de mí.