Cada vez son más las personas que acuden al gimnasio, salen a andar o a hacer bicicleta para cuidar su forma física, pero ¿Qué ocurre con nuestra forma mental? Actualmente la sociedad también se empieza a preocupar por mantenerse mentalmente activa utilizando algún tipo de estimulación cognitiva pero, ¿en qué consiste esto?

La estimulación cognitiva es el conjunto de actividades y técnicas que tienen como objetivo mantener y perfeccionar el funcionamiento cognitivo mediante la realización de ejercicios de atención, memoria, concentración, lenguaje o razonamiento. De esta forma trabajamos las funciones cerebrales  basándonos en el concepto de neuroplasticidad. La neuroplasticidad es la habilidad del cerebro de cambiar tanto su estructura como su organización, favoreciendo nuevas conexiones neuronales y reforzando las conexiones ya existentes, en respuesta a una serie de estímulos y entrenamientos cognitivos.

¿A qué grupo de edad va dirigida la estimulación cognitiva?

Se puede realizar en las diferentes etapas de la vida, buscando diferentes objetivos según la edad. En los niños se utilizan para un buen desarrollo mientras que en las personas mayores se suelen emplear para prevenir problemas relacionados con el deterioro cognitivo o para frenar su avance en aquellas personas que ya sufren un deterioro leve o moderado-grave, como es el caso de personas con diferentes demencias.

Beneficios:

Activando nuestra mente además de trabajar las capacidades cognitivas conseguimos un sentimiento de bienestar emocional, mejorando la autoestima y, por tanto, repercutiendo en una mejora de nuestra calidad de vida.

¿Cómo llevarla a cabo?

La estimulación cognitiva no tiene porqué ser algo aburrido, se puede llevar a cabo con un amplio abanico de recursos, aquí os dejamos algunos ejemplos:

  • Elaboración de fichas con ejercicios de cálculo, lecto-escritura, atención, orientación, memoria, lenguaje o razonamiento.
  • Juegos: juegos de mesa, pasatiempos, sudokus, puzzles, juegos de lógica o razonamiento.
  •  Actividades de la vida cotidiana: cocinar, doblar ropa, tender ropa, colocar la mesa, escuchar música o leer un libro.
  • Mediante las nuevas tecnologías: aplicaciones específicas de estimulación cognitiva y entrenamiento mental o aplicaciones de juegos.

Y tú, ¿te animas a entrenar tu mente?

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