¿Qué factores crees que han sido más determinantes en el cambio de percepción sobre el envejecimiento en la última década?

El creciente aumento de la esperanza de vida ha transformado la percepción de las personas mayores en la sociedad, destacando sus capacidades y roles activos. En la última década, se han hecho grandes esfuerzos para luchar contra el edadismo, discriminación social por cuestión de edad que afecta a muchas personas, creando una conciencia más justa sobre el envejecimiento.

Se han puesto en marcha muchas iniciativas para fomentar el aprendizaje, el trabajo y el voluntariado que han promovido una imagen positiva y dinámica de la vejez, desafiando la visión tradicional de retiro y pasividad.

Los avances en salud y medicina, junto con la promoción de estilos de vida saludables, han aumentado la esperanza de vida, redefiniendo la vejez como una etapa prolongada y activa de la vida.

En la mejora de la calidad de vida, han contribuido considerablemente los avances de la tecnología para el cuidado y la independencia. Desde dispositivos de monitoreo hasta aplicaciones de salud, la tecnología ha promovido un cambio en la percepción de la vejez de una fase de dependencia a una de autonomía prolongada. Internet y las redes sociales han roto estereotipos de aislamiento social, visibilizando una vejez plena y activa.

La percepción de la etapa de la vejez también está cambiando en gran parte gracias a la influencia que ejercen las campañas publicitarias y los medios de comunicación, que muestran a personas mayores activas, capaces y relevantes.

Estos factores, entre otros, han contribuido a una visión más optimista y variada de la vejez, que reconoce las oportunidades y fortalezas de esta etapa de la vida, en lugar de centrarse solo en sus desafíos.

¿Qué iniciativas o programas se han implementado para adaptarse a estos cambios de precepción sobre la etapa del envejecimiento en Fundación PRODE?

El cambio en la percepción del envejecimiento también implica un cambio en las necesidades y demandas de las personas mayores. Por ello, desde hace varios años, en el Área de personas mayores de la Entidad, estamos llevando a cabo diversos estudios e iniciativas, que contribuyen a este “cambio de mirada” que se traduce en un cambio en el modelo de atención que prestamos desde los diferentes servicios.

Se han realizado encuestas a la población para detectar cuáles son sus intereses e inquietudes, y teniendo en cuenta estos, incluir en los servicios programas de aprendizaje y estimulación novedosos que implican el uso de las nuevas tecnologías, talleres y experiencias culturales diversas, visitas y excursiones cada vez más ambiciosas (proyectos como “Colmena Digital”, “Enredados”, “Conoce mi pueblo”, “Seniorsphere”, grupos de debate…).

Se están llevando a cabo acciones en la comunidad para incidir precisamente en ese cambio de percepción sobre la vejez. Hemos enviado a la RAE una propuesta de cambio de la definición del término de vejez y estamos llevando a cabo diversos programas intergeneracionales en colegios e institutos (campaña “Mirada positiva hacia el envejecimiento”, programas intergeneracionales “Los mayores molan” y “Aviones de papel” y los videoclips “Todavía” y “He elegido vivir”).

También estamos incorporando cambios en los servicios que favorecen el empoderamiento de las personas mayores como son los Consejos de centro y el Plan de participación.

¿Has observado cambios en el tipo de actividades en las que prefieren participar las personas mayores a lo largo de los años?

Se aprecia un cambio significativo en el perfil de las personas mayores a las que atendemos, y este será aún mayor en los próximos diez años. Actualmente y cada vez en mayor proporción, atendemos a personas con un nivel socio cultural más alto y con expectativas más ambiciosas. Esto supone un cambio en las actividades, que deben ir enfocadas a temas relacionados con la salud, la cultura, el aprendizaje de diversas disciplinas y a ocupar el tiempo en actividades más ricas y complejas.

Claramente, ya se aprecia un cambio en los perfiles de personas mayores, y este cambio será más llamativo en los próximos años, por ello debemos prepararnos y adaptarnos paulatinamente a sus demandas.

¿Cómo ves el futuro del envejecimiento activo y qué rol crees que deben jugar las organizaciones como Fundación PRODE para seguir apoyando a esta generación?

Las organizaciones debemos seguir evolucionando para ofrecer servicios que promuevan el envejecimiento activo y saludable a través de modelos de atención enfocados a sus intereses e inquietudes, con programas de actividad física, bienestar mental y educación en prevención de enfermedades.

Además, debemos incorporar la tecnología como herramienta de estimulación cognitiva y funcional y como facilitador de independencia en la interacción con el entorno.

Debemos ofrecer servicios integrados y holísticos, que presten una atención integral que abarque el bienestar físico, mental y emocional, desde un enfoque más personalizado, que considera las preferencias, intereses, deseos y capacidades individuales, y que se adapta a las diferentes etapas y condiciones de la vejez.

Nos encontramos ante un desafío que, lejos de intimidarnos, nos motiva, y nos ofrece una oportunidad que nos inspira a innovar, aprender y crecer.

Las organizaciones de atención a personas mayores están redefiniendo sus servicios y enfoques para alinearse con el cambio de perfil de las personas mayores, que son más activas, informadas y diversas en sus intereses. Estas adaptaciones permiten ofrecer una atención que no solo responde a sus necesidades de salud, sino también a su deseo de independencia, inclusión y propósito en la vida.