Uno de los aspectos fundamentales que destacaron fue la importancia de tener un empleo. Sin trabajo, no habrían podido vivir de manera independiente. Además, subrayaron que el empleo es fundamental para sentirse productivos y mantener una rutina, al igual que el resto de la sociedad.
Otro aspecto que resaltaron fue la importancia de contar con apoyos personales y profesionales. Afirmaron que es fundamental tener a alguien que pueda ayudar en ciertos momentos. Esto no solo evita que se sientan solos, sino que también los motiva a alcanzar más objetivos, ya que estos apoyos los inspiran a seguir logrando todas sus metas. También repetían con frecuencia la frase: “debemos confiar más en nosotros mismos, no ponernos tantas barreras y luchar por ello”.
Como mencionamos en la introducción, discutimos la importancia de las formaciones impartidas durante el proyecto. Aunque algunos conceptos ya los conocían, era determinante recordarlos. Además, destacamos el impacto de estas formaciones en los compañeros que aún no han dado el paso de vivir de forma independiente, pero que en algún momento lo harán.
Destacaron que todas las formaciones son importantes, pero opinaron que las relacionadas con cocina, gestión económica y aquellas habilidades vinculadas tanto a nivel personal como laboral, son especialmente valiosas. Según ellos, estas formaciones contribuyen significativamente a adquirir habilidades esenciales para el futuro.
Para concluir la conversación, se les preguntó sobre los beneficios de vivir de forma independiente, y mencionaron varios aspectos: “no tener que dar explicaciones”; “entrar y salir cuando quieras, siempre con cierta responsabilidad”; “hacer tareas del hogar y ser responsable de establecer una rutina “; “tomar decisiones por uno mismo”; y “crecer por nosotros mismos e ir superando los obstáculos que nos pone la vida”.