Soy Álvaro García Luna, de Villanueva de Córdoba, y tengo nueve años. Soy un niño tranquilo, alegre y muy risueño, me gusta que me achuchen y me den besos, que me hablen y, sobre todo, mis mayores placeres son viajar en coche y bañarme con mi hermana Cristina, me encanta.

Mis papás son Manuel y Mari Jose y mis hermanos son Cristina, la mayor, y Alejandro, que es el pequeño de la casa.

Desde el principio he sido un niño muy querido y esperado. Al nacer, mi familia descubrió que soy un niño muy especial y, desde entonces, no han dejado de luchar para que no me falte nada de lo que necesito. Además, soy igual de cariñoso, gracioso y achuchable que el resto de los niños, mi hermana ha jugado conmigo siempre y nos hemos divertido juntos, la quiero con locura.

Al principio, para poder recibir los apoyos que necesito, nos pusimos en contacto con el Centro de atención e intervención temprana (CAIT) de Fundación PRODE. Yo tenía 6 meses y desde ese momento empezamos a trabajar duro, en casa, en las terapias, en el colegio. Sobre todo, a nivel motor y para mejorar mi autonomía. He estado 5 años y medio en el CAIT y después en el Servicio de educación durante 3 años.

Mi familia no me ha dejado de apoyar en todo momento y por eso ahora, a nivel físico, me encuentro muy bien. Mi colegio, María Moreno de Villanueva de Córdoba, me acogió de maravilla desde el primer momento, he asistido al aula específica, donde he tenido unas maestras y monitoras de lujo y, sobre todo, los compañeros de colegio, que me saludan cada vez que nos encontramos porque no os lo he dicho, pero en el cole soy famoso, jeje.

Como voy creciendo, voy teniendo diferentes necesidades; por eso este año, mis padres han decidido matricularme en un colegio de educación especial donde voy a recibir apoyos individuales y especializados, diariamente, de un fisioterapeuta, logopeda, monitores y maestros de pedagogía terapéutica; además tendré un grupo de compañeros estupendo.

En PRODE he estado como en casa, cada vez que entro en el centro me siento seguro y feliz porque sé que aquí me quieren y me cuidan genial. Muchas gracias a todas las personas que han trabajado conmigo desde el principio y especialmente a mi familia que sabe acompañarme maravillosamente bien.