Este es el faro que guía al conjunto de profesionales y grupos de interés de la Organización, una fuente diaria de ilusión, motivación e inconformismo para estar al lado de cada persona acompañada, escucharla y conocerla, con el objetivo de que marque el rumbo de su vida, en base a sus preferencias, aspiraciones y metas personales. Lograr que cada persona pueda decidir qué quiere ser en la vida, en base a lo que siente y desea, es una meta ambiciosa que deben compartir todas las personas que forman parte de Fundación PRODE.
El Propósito del V Plan Estratégico tiene como foco de actuación a las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo, las personas con otras discapacidades, las que tienen trastorno mental, las personas mayores y las que están en situación de vulnerabilidad; pero en realidad, todos y todas necesitamos tener vidas con sentido. Este gran objetivo se logra cuando queda salvaguardada la dignidad del individuo, cuando su derecho a la igualdad queda protegido, cuando tiene la oportunidad de tener un empleo y una vivienda digna, cuando sus relaciones sociales son positivas y significativas y cuando contribuye de manera directa para que la sociedad sea mejor.
Al hacer referencia a una vida con sentido se hace hincapié en la importancia de que las personas acompañadas tengan una buena vida, partiendo de quiénes son en realidad y de qué dones tienen. Según Simon Duffy, pionero en la desinstitucionalización en Reino Unido, para ayudar a alguien a tener una buena vida es fundamental pensar en todos los aspectos de su vida, respondiendo a algunas preguntas como las siguientes: ¿dónde quiere vivir?, ¿cómo quiere vivir?, ¿qué es lo que quiere? o ¿de qué tipo de persona necesita ayuda? Al dar respuesta a estas cuestiones y ejecutar las acciones necesarias para conseguir avanzar, adquiere sentido en el Propósito la idea de felicidad, que engloba el concepto de calidad de vida.
Igualmente, es esencial la vertiente práctica del Propósito. No se trata de un ideal hermoso que hace las delicias de las personas que pasan delante de los carteles donde aparece contemplado, ni tampoco es una consigna retórica. El Propósito es un compromiso y una responsabilidad adquirida que si no está orientado a la acción no sirve para nada. De ahí que deba traducirse en acciones eficaces para mejorar la vida de las personas, saliendo de la zona de confort del día a día. Por eso, es indispensable creer en ello; para actuar en consecuencia, desde los valores de unidad y búsqueda de la excelencia que deben caracterizar a una organización viva y enérgica.
El Propósito es la luz que debe inspirar a quienes integran la Organización cuando las cosas van bien, pero sobre todo es la luz que ilumina el camino cuando la oscuridad genera dificultades. Siguiendo las palabras del Presidente de Fundación PRODE, Blas García, “cuando haya alguna duda hay que mirar al Propósito; ahí está la respuesta”. Los obstáculos para conseguir que cada persona pueda tener una vida buena o con sentido serán eliminados de raíz cuando trabajando con esfuerzo, profesionalización y pasión se actúe desde el corazón. El corazón es el Propósito de Fundación PRODE.