El carrusel de ferias veraniegas pronto llegará a su fin. Y recordaremos las noches de paseo por los pueblos del Valle de los Pedroches, su encanto, y el disfrute que supone mezclarse con las gentes del valle para zambullirse en sus tradiciones. Y también nos acordaremos de los churros con chocolate; como los que nos comimos en la feria de Añora. En el pueblo noriego estuvimos dos grupos de usuarios de PRODE, viviendo el “concurso de arrastre” organizado en la plaza de toros, y dando una vuelta por la noche.